Ahora más que nunca, la vivienda es salud.
Cuando el mundo cerró bajo la amenaza del COVID-19, las puertas de Covenant House permanecieron abiertas para los jóvenes que necesitaban refugio y seguridad.
Pero Covenant House es más que una cama, y las necesidades no se detuvieron ahí. Los jóvenes tienen acceso a computadoras, wi-fi, capacitación laboral, apoyo de aprendizaje remoto, asesoramiento sobre salud mental y programas diseñados para ayudarlos a avanzar en el camino hacia la independencia a pesar de la incertidumbre que nos rodea.